jueves, 12 de enero de 2012

Más de lo mismo

Ayer en la tarde salimos a comer algo y ella estaba rara, según ella, muy sensible, supongo, porque estaba con la regla. Rara así como cuando no te habla, no te mira, divaga y piensa. Mira hacía el cielo, y mueve su cabeza negativamente, como negándose o negándote. No lo sé. No se que pensar en esos ratos. Durante toda la cena, o gran parte de la misma, que es lo mismo, fue más de lo mismo.
Distante, ida, una desconocida para mi. De rato en rato, una que otra sonrisa, quizás forzada, haca mi, un beso y una caricia. Quizás la música cortaveneas de cantina cumbiambera que sonaba del parlante del local, emporó la cosa. Mierda, mierda, mierda.

Luego de comer, mientras regresabamos a su casa, estaba mejor, más amorosa, más engreida, o eso creo. Es un misterio. ¿Misterio? Complicada, díficil, diría yo, o eso tengo que decirme a mi mismo. Odio cuando se pone así, tan voluble, "soy, no soy y a veces soy". Lo odio. En fn. En la noche, cuando llegamos a su casa, nos sentamos en el sillón, se sentó en mis piernas y abrazados hablamos. Le dije eso, que era lo que me molestaba. Me dijo que no me preocupara, que no pensaba en nadie, que sí me quería, que estaba decidida. Que si psaba eso era porque yo era hombre. Luego me dijo que no quería idealizarme, que estaba mal, porque si en el futuro encontraba defectos en mi no echacasen a perder la relación.

Hace rato la llamé y estaba rara, la noté rara. No debería serme raro eso ya. Si casi siempre es así, por no decir siempre. Madlita sea. Estaba en su facultad, la cual está tomada, es decir no puede estudiar. Escuchaba bulla en el fondo, lo que imagino que debe estár con sus amigos y entre ellos el pata, del que les conté. ¿No les conté? Lo haré pronto tengo muchas cosas que contar sobre ee tipejo. En fin, luego les cuento más.

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